viernes, 18 de octubre de 2013

UNA NOCHE IGUAL A MÍ



Es indescriptible y maravilloso como el ser humano en su complejidad puede ser capaz de vivir con cantidades infinitas de percepciones en su interior, como si fuese un universo entero el cual colisiona con muchos más, generando así el movimiento cósmico que da vida al tiempo.

En una noche como hoy contemplo ballenas navegar sobre la luna. Como si estuvieran llamadas a hacer una danza de alegría y melancolía sobre el lienzo negro que habita en mi pensamiento y que es el reflejo que al alzar mi cabeza contemplo sin parar. La luna con sus calendarios marcados por mi corazón, como si fuera eterna y tallada en las melodías de las canciones que alguna vez descubrí y de las cuales hice parte de mí.

Una noche como esta aparto mis ojos de la ciudad y me pierdo en los pastizales de mi conciencia. Veo a los ojos de los que me rodean y encuentro estrellas. Mis ojos son dos telescopios buscando algo más en aquellos misteriosos universos. Soy la nada y soy ambigüedad que esta noche quiso ante si escribir algo para su arrogancia.

La noche, su noche y ante todo mi gran noche, donde comí sentado bajo un planeta que me desconoce y que no intento conocer, abrazado bajo estrellas cegadas por la luz de la ciudad y una luna que reclama a los hombres su atención. Una comida poco galante para un espectáculo de última categoría. ¿Y es que algo tan sencillo como contemplar el cielo nocturno es para ustedes algo de su quehacer cotidiano? Esta noche de oscuridad en mi alma, confieso que encontré un sendero de luz discontinuo donde me sentí más cerca de aquella persona que quiero ser.


Una noche clara es lo que quiero ser, mas cuanta oscuridad oculta nos aterra y pone ciegos. Una sonrisa es suficiente para disipar las cosas que nos entretienen y no permiten que alcemos nuestras cabezas al cielo. Contemplar con maravilla las melodías que hacemos de nuestro existir.

Esta noche hay a lo lejos un cielo turbio y lleno de relámpagos incesantes que llenan de espectáculos incesantes el horizonte. La noche nos habla y explica que la vida es un elemento complejo que está en incesante cambio y que nos pule como a rocas que poco a poco con el viento irán viajando partes de lo que alguna vez fuimos y dejara solamente lo que llegaremos a ser, hasta el punto de volar totalmente en una nube cósmica, naciendo en algún nuevo punto del cosmos.

Soy como esta noche. Con una oscuridad permanente, fría y agotante. Donde ningún ser me llega a contemplar de tal manera que pueda comunicarse con mi ser. Con mi existir. Y mi presencia es como un sentimiento agonizante donde el silencio es el medio por donde viajará el rumbo de los caminantes a los que la tierra no les quiso brindar un sendero sino que tuvieron que escapar de ahí para subir por peldaños inhóspitos y llenos de incertidumbres.

Esta es mi noche y estas son mis palabras poco gráciles y amangualadas que poco pueden describir la explosión de circunstancias entreveradas a las que pocos llegarán a entenderme. Pues poco probable es que un ser llegue a conocer un universo completamente.

una noche como hoy espero algún día dejar de existir.